El día que el pueblo azulgrana lloró a Tomate Pena

Un día como hoy, en 1981 nos dejaba físicamente Hugo "Tomate" Pena, un ídolo del Club, que en épocas dificiles supo defender como pocos la camiseta azulgrana. Supo ganarse el cariño de todos.

Miles de sanlorencistas acompañaron a Tomate Pena en su destino final

Miles de sanlorencistas acompañaron a Tomate Pena en su destino final

Hugo Pena había nacido un 28 de noviembre de 1951. Había llegado de Chacarita Jrs. allá por  1979 para integrarse al equipo que dirigía Carlos Bilardo, para reemplazar nada más ni nada menos que a Jorge Olguín, que había sido transferido a Independiente.


En ese año San Lorenzo de Almagro había traído varios jugadores para conformar un buen equipo, que en definitiva no alcanzó a colmar las expectativas creadas. Tales son los casos de Walter Corbo, Hugo Coscia, Carlos Aimar, Miguel Angel Converti, Víctor Marchetti, el regreso de Horacio Doval; quienes junto a Orlando Peregrino Ruiz, Claudio Collavini, Osvaldo Rinaldi, Mario Rizzi, Claudio Marangoni y Sergio Villar, entre otros formaron esa base, que no rindió.

El debut de Tomate Pena con la azulgrana se produjo el domingo 2 de septiembre de ese año, cuando San Lorenzo goleó como local en el Gasómetro de Avenida La Plata a Chaco For Ever por 6 a 1.

Tomate Pena había jugado en River Plate y en Argentinos Jrs. y hasta pudo ser convocado para integrar la Selección Argentina Juvenil.

En el Ciclón pudo jugar 61 encuentros hasta fines de 1980, donde convirtió dos goles, uno de ellos - el primero de ese partido - en cancha de Huracán, cuando San Lorenzo le ganó a Tigre por 3 a 1 y se salvó del descenso. Tomate Pena había jugado lesionado en una de sus piernas durante todo ese encuentro y demostró con su ímpetu, cómo se transpiraba la camiseta de San Lorenzo y cuan grande era el corazón que había que entregar para ganar ese partido.

Terminado el mismo, recuerdo el festejo en Parque Patricios que se inició ante una multitud y prosiguió en el Gasómetro - ya cerrado - cuando miles de hinchas dieron la vuelta olímpica en el field llevando en andas a todos los jugadores que habían jugado ese partido, con Tomate Pena como estandarte. Una muestra de tamaño agradecimiento, reconociéndole su amor por la camiseta.

El otro gol convertido con la azulgrana se registró cuando San Lorenzo empató con All Boys 1 a 1 en cancha de Ferro Carril Oeste, el 27 de julio del 80.

Quedará por siempre en mi memoria una gran jugada de Tomate, cuando frente al poderoso River de esa época, en cancha de Huracán, casi convierte un gol antológico, luego de gambetear a medio equipo y quedar mano a mano con Fillol, que al eludirlo, hizo su tiro que la pelota se fuera apenás desviada. Esa tarde San Lorenzo había perdido por 3 a 2 como local.

Fue tan grande el cariño demostrado por la gente hacia Tomate Pena, como también fue inmensa la tristeza cuando la noticia había llegado a Boedo. Un 9 de enero de 1981, Huguito Pena había fallecido electrocutado en su domicilio, con su hija Gabriela en brazos, cuando al querer maniobrar la televisión encontró una fuerte descarga eléctrica, mientras sus pies descansaban en un baño de agua y sal, tras haberle retirado un yeso de su pierna derecha. Llegó casi sin vida al Hospital Vélez Sarsfield.

Miles de sanlorencistas acompañaron los restos de Huguito Pena hacia su última morada y el Club permaneció cerrado por duelo. Sus restos fueron velados en su casa natal del pasaje porteño La Fronda 1644. Sus padres, su esposa Susana y familiares recibieron a inmurables amigos como el Bambino Veira, Troncoso, Avallay, Pedro Gozález, el Beto Alonso, el Negro Ortiz y el técnico de San Lorenzo, Victorio Cocco anunció la trágica noticia al plantel que se hallaba de pretemporada en Villa Gesell. No hubo consuelo para Mario Rizzi, Gette, Villar, Rinaldi, Lazbal, Coffone y tantos otros compañeros. El padre Pizulli despidió los restos antes de partir al cementerio.

Recuerdo pocos momentos tan tristes de mi infancia en Avenida La Plata como aquel.


Seguro el alma de Tomate Pena deambula como recuerdo en el corazón de aquellos que supieron observar al elegante jugador y apreciar a tan buena persona, sencillo dentro y fuera del rectángulo de juego.

Favio Marrazzo

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Staff: Editor Responsable Profesión: Periodista (Círculo de Periodistas Deportivos) Desde 1989 en medios partidarios del CASLA

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