La curiosa anécdota de un familiar de Castrilli tras el gol anulado a Silas en 1995

El mal arbitraje de Germán Delfino en el clásico ante River trajo como cola una anécdota de Javier Castrilli, ex árbitro de fútbol que no tuvo buena relación con San Lorenzo. Mundo Azulgrana recordó en un artículo de hoy el gol mal anulado a Silas en un partido con Vélez en 1995, que casi le cuesta el título al Ciclón.

En esta nota, resaltamos la curiosidad de verlo a Castrilli con sus hijos cuervos en Asunción, previo al primer encuentro con Nacional de Paraguay por la primera Final de la Copa Libertadores. Siempre, se rumoreó, que el Sheriff era hincha del Ciclón, a pesar de haber sido tan injusto con San Lorenzo desde su referato.

Uno de los comentarios en esa nota fue de Alberto Castrilli, hermano de Javier. Su mensaje fue con una anécdota imperdible, que certifica lo que uno supuso siempre: que era hincha de San Lorenzo. Además, aprovechó para pegarle un palo en su carrera como político. ¿Qué posteó Alberto?

"De chicos íbamos al Gasómetro (no al viejo Gasómetro, porque no hay Nuevo Gasómetro. Gasómetro hubo uno solo). Tablones de madera... Y debajo de ellos el gimnasio donde yo hacía mis "pininos" (primeros pasos) en la Lucha y los "fierros" (pesas). Íbamos mi abuelo Donato, mi viejo Alberto Italo, mis hermanos Diego y Javier y obviamente yo que soy el mayor. Munidos de los infaltables "chegusan de milanga" de mi VIEJA veíamos los tres PARTIDOS, Tercera, Reserva y Primera. Ese Javier sería, años más tarde, árbitro Internacional.  El partido del gol anulado a Silas lo ví acá en Santa Rosa, en el buffet del Club Estudiantes, rodeado de la gente de la Peña EL CICLÓN, acá en La Pampa. Recuerdo que cuando anuló ese gol sentí el frío de todas las miradas en la nuca y un silencio sepulcral. Me levanté y grité: '¡¡¡¡HIJO DE PUTAAAAAA!!!!.....' y se me unieron a coro como habiendo escuchado el permiso para explotar. Yo sé que LA VIEJA me entendió... Y me perdonó. NO PODEMOS JAMÁS ESPERAR NADA COHERENTE DE QUIEN SE CAMBIÓ DE TANTOS BANDOS POLÍTICOS. Pero eso son dos monedas aparte, una anécdota que comparto gustoso. Lo de DELFINO creo que es al menos preocupante. PERO ¡VAMOS CICLÓN TODAVÍA, CARAJOOOO!"