BUENOS AIRES- El deceso de aquel gran jugador cuervo de los 40 y 50 se produjo en este fin de semana, cuando ya no pudo resistir los embates de una dolencia por la que había sido internado en la última semana.
Había nacido en Pergamino, pero fue criado en Hughes, provincia de Santa Fe. Surgió de las divisiones inferiores de San Lorenzo de Almagro, integrando aquella famosa delantera conformada por Picot, Papa, Gambina, Rial y Seoane, campeona en diversas categorías de inferiores de los torneos de AFA.
Luego debutó en la Primera del Ciclón en 1948, donde jugó hasta 1953 un total de 67 partidos, convirtiendo 39 goles.
Fue goleador del fútbol argentino en 1950, Año del Libertador General San Martín.
Fue un ocho bien a la antigua que supo reemplazar a Armando Farro y se caracterizó por su potente cabezazo, con el que convirtió muchos goles.
Trabajó luego como técnico en Argentina y en Ecuador y supo integrar la Asociación de Técnicos de Fútbol de la Argentina.
En los últimos años, hemos compartidos con Papa momentos de mucha emoción, como aquel día cuando nos invitó a la sede de avenida La Plata en la presentación de su libro o hace un par de meses cuando supimos distinguirlo desde
Mundo Azulgrana por su brillante actuación como deportista en el Club, en el año de su Centenario.
Con Mario Papa, sin dudas, se fue, más allá del jugador, una excelente persona. Siempre lo recordaremos.
Semblanza: Favio Marrazzo
favio@mundoazulgrana.com.ar
