San Lorenzo está para el diván

El equipo de Diego Dabove muestra una bipolaridad alarmante que le impide lograr estabilidad y lo hace perder objetivos. ¿Cuál es el verdadero Ciclón?

La cara de la derrota en Rosario. Foto: Reuters

La cara de la derrota en Rosario. Foto: Reuters

¿Cuál es el verdadero San Lorenzo? Después de 19 partidos, la personalidad del equipo de Diego Dabove sigue sin encontrar un perfil definido. Es un caso para el diván, sin dudas. El Ciclón es capaz de pasar de cero a cien de un partido a otro o de estrellarse de frente también entre una actuación y otra. El sube y baja constante en su rendimiento, pero más que nada en su postura actitudinal lo convierten en un equipo ciclotímico, difícil de dilucidar. Y así se van consumiendo las vidas en cada competencia que afronta. ¿Hay solución?

Tiene dos caras este San Lorenzo que nunca termina de convencer desde el juego. Su carácter, lejos de dar la estabilidad que no se tiene en lo futbolístico, también fluctúa sin razón aparente. El conjunto de Boedo puede pasar de sacar un valioso empate con uno menos en Chile por la Copa Libertadores a perder de local con Aldosivi en el Nuevo Gasómetro por el certamen casero.

Puede quedar eliminado de la Copa Argentina con Defensa y Justicia con una imagen lamentable, pero levantar la frente con orgullo por una actuación a la altura de las circunstancias en Brasil ante el Santos y en desventaja numérica -a pesar de no haber conseguido la clasificación-. Y de eso saltar a ser superado por el humilde Huachipato en el Bajo Flores. Y puede, sin ruborizarse, llevarse un triunfazo del Monumental contra el River de Marcelo Gallardo y acto seguido caer ante un limitado Rosario Central.

Está claro que en muchos de estos casos la rotación obligada por el desgaste de un calendario que no da tregua atenta contra la intención de encontrar un once de memoria y sostenerlo. A esto se le suman algunas lesiones y casos de coronavirus. Pero el panorama es el mismo para todos los clubes y este San Lorenzo bipolar necesita estabilizarse cuanto antes para dejar de jugar al Dr. Jekyll y Mr. Hyde y fijar su personalidad del lado de la valentía. Si lo hizo en algunos encuentros es porque puede; ahora debe encontrar la forma de sostenerlo o seguirá tirando al tacho sus objetivos.

Nahuel Lanzillotta

@LanzillottaOk

Periodista. Deportes. Clarín.

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