Se sigue apostando a la suerte

BUENOS AIRES- Anoche con la bronca lógica por este cachetazo sufrido en el estadio Pedro Bidegain, ante Lanús, uno con algo de lucidez reflexionaba que ayer en el verde césped se enfrentaron dos modelos de Institución versión 2008. Por un lado el Lanús, lógicamente con menos presiones futbolísticas, pero con un Club serio. Con directivos (de esta entidad modelo del Sur de la Provincia de Buenos Aires) que tienen perfectamente establecido cual es su rol y horizonte como Institución. Pero hago hincapié en versión 2008 porque esta gran tradición como Club social y deportivo histórica del conjunto granate no tiene comparación alguna y ha estado muy lejos de lo que fue el incomparable San Lorenzo de avenida La Plata. Pero claro, esto pertenece a otro tiempo, hoy la realidad de San Lorenzo muestra a un Club Sui-generis, del día a día, de marchas y contra marchas en casi todos sus ordenes, sin un rumbo claro hacia donde mirar. Como desde hace décadas, la grandeza la ratifican once camisetas en el campo de juego y en este paradigma, la solución no es fácil. Si entra la pelota en el arco contrario “ La Institución ” crece, y si no es así se cae. En síntesis pasas de la gloria a devoto en un instante, quiere decir que tu importancia institucional en este modelo te la definen Alex Comas, Nanni, Sarría, Cardozo, Lavezzi o Silvera. La pregunta es: ¿eso es San Lorenzo? Y con respeto, ¿ellos son San Lorenzo?, uno espera y cree que no. Pero… De campeonatos económicos a nombres estridentes, de no adquirirle un número 9 a Gorosito a comprarle todo a Alfaro, del Club de los socios a la tercerización con magistrales inversores, que saben de guita pero poco de fútbol y menos de lo que ha sido San Lorenzo-Institución en avenida La Plata al 1700. Hoy lo más fácil sería “metafóricamente pegarle a Bianchi Arce, Aguirre o al técnico Miguel Russo (nunca fue del agrado del sitio web www.avenidalaplata.com.ar) Pero el problema a nuestro criterio es otro, a los que soñaron un modelo Macri para San Lorenzo, les falta la otra parte de la película, que difícilmente se vea en Boedo: que los de negro nos favorezcan. El modelo Macri solo triunfa en los dos equipos del régimen (Boca-River) porque el negocio del poder es con ellos dos y no con el resto de los equipos. Y queda ratificado en este torneo, cuando San Lorenzo fue perjudicado claramente por “errores” en los arbitrajes de Brazenas y Pezzota contra Racing y Boca. Para colmos de males el Presidente de nuestra Institución, afirma que “ los árbitros se pueden equivocar a favor o en contra” este triste comentario no merece el menor análisis. El modelo Lanús es otro, es verdad que con menos urgencias y presiones, pero genera envidia ver a los pibes que representan esa entidad ver como quieren y transpiran esa camiseta. San Lorenzo , necesita reconstruir su modelo ese que nos hizo enormes en Avenida La Plata , el social y deportivo de más de 40.000 socios , ese modelo que cuando uno se vaya de la cancha “caliente” por una derrota nos embronque como este uno-tres, pero que cuando lleguemos a nuestras casas podamos decir “puta, perdimos pero tenemos un equipo de jugadores propios", un verdadero sustento de cara al futuro inmediato y no como hoy que miramos al banco y sacando rara excepción no vemos pibes con sello propio, con sanlorencismo en la piel aprendido desde inferiores, con algo de hambre de gloria por meterse en nuestra historia, que automáticamente será la de ellos también. Como desde hace largos años la ratificación de nuestra extrema e inigualable grandeza no se juega como se hizo grande San Lorenzo, los 365 días del año, sino que cada domingo como el Loto o el Quini 6. Nota: Adolfo Res ares@mundoazulgrana.com.ar