Humberto Cancino, cuervo desde siempre

Campeón en 1959, se crió en Central Norte, equipo que se apoda igual que San Lorenzo. En su infancia simpatizó por Boca, pero cambió cuando conoció al Gasómetro: “Es increíble que no esté".

Mundo Azulgrana, en el Sheraton, dialogando con Humberto Cancino. (Foto MA)

Mundo Azulgrana, en el Sheraton, dialogando con Humberto Cancino. (Foto MA)

Los 28 jugadores del Ciclón llegan cansados del segundo turno del martes. Descienden uno por uno del Plusmar que los trasladó hasta el hotel Sheraton. Atrás aparece el 29. Si bien no juega actualmente, es un campeón con San Lorenzo. Humberto Cancino, acompañado por los chicos de la peña salteña que lleva su nombre, ingresó al hall y Mundo Azulgrana lo recibió.

“Quería saludarlo a Ramón, me gustaría conocerlo. Sólo lo conozco por televisión, de verlo jugar y dirigir”, deseó el marcador central del equipo que obtuvo el título de 1959. Hoy, a los 73 años, Cancino sigue a San Lorenzo por televisión. Se confesó cuervo, aseguró que aún no conoce el Pedro Bidegain y derrochó fuerzas para que el Ciclón vuelva a jugar en avenida La Plata al 1700.

Sus comienzos como jugador fueron en Central Norte de Salta, equipo al que también se apoda como los cuervos. “Nací cerca del club y empecé a jugar en la Sexta. En Inferiores salí tres veces campeón y a los 17 debuté en Primera”, relató.

- ¿Cómo llega a San Lorenzo?

- Primero dejame contarte algo. Acá soy hincha de Central, pero yo era hincha de Boca. Una vez un representante intentó llevarme pero yo no quise. En 1957 y 1958 jugué en San Martín de Tucumán, que había comprado mi pase. Llegué estar en la selección de esa provincia. Me vieron en un torneo que se jugó en Mendoza y San Juan y me llevaron en 1959 a Buenos Aires, y desde ese año me hice hincha de San Lorenzo.

- ¿Qué recuerdos tiene de cuando arribó a Buenos Aires?
- Cuando llegué un directivo que se llamaba Agustín Pecoraro me dijo si me tenía confianza. Yo le dije que me disculpe, que venía para ser campeón con San Lorenzo y el hombre se sorprendió.

- Justo debutó en el equipo que terminó siendo campeón…

- Era un equipo de provincianos. Tucumanos, salteños, catamarqueños, cordobeses… Tenía una delantera fenomenal. Los cinco atacantes jugaron juntos en la Selección el Sudamericano de Guayaquil. Nosotros teníamos la responsabilidad de defender ese gran ataque.

- Uno de ellos era ni más ni menos que José Sanfilippo…

-  El Nene era exigente. Una vez José Barreiro me dijo que yo era el que mejor lo marcaba en las prácticas. No creo que haya otro como él. Hoy no sé cuánto valdría, sería una cifra astronómica.

- Me imagino que habrá sentido dolor cuando se perdió el Gasómetro, ¿cómo vivió eso a la distancia?
- Me parecía imposible que pase eso… Era un club espectacular, con la pista de patinaje, la pileta, el bowling, el salón San Martín con piso de parquet. Me acuerdo que íbamos a ver básquet y casualmente fueron campeones en el 59 como el fútbol. Jugaba el patón (Erio) Cassettai. Íbamos a alentarlos.

- ¿Le gustaría que san Lorenzo vuelva a jugar de local ahí?

- Yo me pregunto por qué la cancha que hicieron allá (por la Ciudad Deportiva) no la hicieron en avenida La Plata. Ese era un lugar fabuloso.

- ¿Conoce el actual estadio?
- No lo conozco, pero en cuanto pueda voy a ir porque quiero conocer la cancha, aunque mi corazón está en avenida La Plata.

- ¿Y cómo lo sigue a San Lorenzo?
- Siempre estoy pendiente de los partidos, viéndolos por televisión. A veces reniego, otras me quedo contento. La última campaña fue mala, pero seguro que vamos a mejorar.

- Qué orgullo que la peña de Salta, su ciudad natal, lleve su nombre, ¿no?
- Sí, muy emocionante. Cuando se cumplieron 50 años del título del 59 recibí una medalla y un video de ese año con los goles que me mandaron desde Buenos Aires y me lo entregaron los chicos de acá de la Peña.

Humberto Cancino jugó seis años en San Lorenzo. Una lesión en la rodilla derecha aceleró su retiro. Su último partido fue con la camiseta del Ciclón. Posteriormente dirigió a Central Norte y a su vez fue jefe administrativo en una dependencia de la municipalidad de la ciudad de Salta. Hoy, jubilado, disfruta de su familia y claro está de San Lorenzo. Y más ahora, que lo tiene trabajando por sus pagos.

Román Perroni

@romanperroni

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