Le gané un auto a Domínguez

El domingo en el infartante partido frente a Newell's, con el 0-2 consumado del primer tiempo, el colega de La Cicloneta apostó un coche si se revertía el marcador...

La gente apostó cualquier cosa con tal de ver a San Lorenzo victorioso. (Télam)

La gente apostó cualquier cosa con tal de ver a San Lorenzo victorioso. (Télam)

Vaya que había desconsuelo tras los 45 minutos iniciales en el Pedro Bidegain... San Lorenzo caía injustamente por dos goles y el panorama era oscuro.

Ni el más optimista pensaba en una recuperación tan fantástica como la que se dio en el complemento. Es que sobrevolaban los fantasmas de los arbitrajes perjudiciales de antaño y los actuales...

Los Arturo Andrés Ithurralde, Claudio Aquiles Busca, Teodoro Nitti, Ponfil, etc... Todos se vinieron otra vez. Esta vez se agregaron los Pablo Lunati, Saúl Laverni, Diego Abal, Juan Pablo Pompei, Germán Delfino y este Néstor Pitana, que complicaba la cosa sin pitar una clara mano-penal y sin advertir que Pablo Pérez parara la pelota con el brazo antes de sentenciar el 2-0 leproso.

El diálogo con los colegas partidarios que comparten nuestra misma pasión era lacónico, triste y melancólico. Se hablaba de un nuevo 1981 y de no poder salir de este pozo indeseado... El rostro desencajado del gran Adolfo Res, junto a su hermano Diego Martín expresaba claramente el sentimiento de todos.

"Si San Lorenzo lo da vuelta y hace tres goles en este segundo tiempo, te consigo un auto para que puedas buscar publicidad", tiró el popular y querido colega Horacio Domínguez  (La Cicloneta), mirando a este periodista, que decidió cambiar de ubicación en la platea para tratar de revertir un marcador difícil  Por eso, de ver la etapa inicial junto a Mariano Suhas y Miguel Mazzara, compañeros de Soy San Lorenzo, sin suerte, en pleno círculo central, MB vio la parte complementaria cerca de Horacio Domínguez, siguiendo su sugerencia, Gerardo Rocha y Jorge Fuentes.

El primer gol de Emmanuel Gigliotti para el descuento se gritó con furia. El del ingresado Carlos Bueno fue mucho más fuerte. Y ni hablar del agónico nuevo grito del Animal...  Allí voló todo... Lentes, grabadores por el aire, mochilas, botineros...

El "te juro que en los malos momentos, siempre te voy a acompañar", resonó no solo en la tribuna y en las plateas, los jugadores azulgranas lo cantaron a morir en el vestuario, y un ramillete de periodistas partidarios, allegados, simpatizantes y algún dirigente (Sergio Constantino era el más verdorrágico) lo siguieron como un himno interminable.

Quedan 3 batallas y este San Lorenzo, con su inquebrantable pueblo como bandera, promete no rendirse jamás.

Marche un auto para el Cirujano... Que la fe mueve montañas, querido Ciclón...

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