Postales de un Ciclón no Santo
Pista Ricardo Arias destruída; tribuna visitante con 15 escalones descolocados; camping lleno de árboles caídos; gimnasio de pesas sin ventanales y con los vidrios rotos; torres de iluminación del fútbol juvenil por el piso. Así quedó el club.
No es una boca de salida, es el hueco que dejó la tormenta en la tribuna visitante. (Foto MA)
Las 27 hectáreas del predio ubicado en el sur de la Ciudad de Buenos Aires presentan un panorama estremecedor por los estragos que causó la tormenta del miércoles por la noche. Afortunadamente, y de milagro, no hay que lamentar víctimas fatales.
Durante la jornada de hoy el club permaneció cerrado pero la prensa pudo ingresar para testimoniar todo lo acontecido y fotografiar cada uno de los rincones de la Ciudad Deportiva, que mostró secuelas de punta a punta. Los sectores más dañados fueron la pista de hockey sobre patines (destrucción total), el gimnasio de acondicionamiento físico, la cancha de hockey sobre césped, el camping, la cancha de fútbol juvenil, la capilla y las adyacencias del estadio Pedro Bidegain.
El tinglado de la pista Ricardo Arias se desmoronó producto de la caída de sus columnas, que no soportaron la ráfaga de un viento que superó los ochenta kilómetros por hora. Según averiguó Mundo Azulgrana, el techo, que se inauguró en noviembre de 2010, fue construido por Carrizo Construcciones, firma a la que se le está debiendo dinero. El mismo no está asegurado y la garantía no cubriría este destrozo de la naturaleza.
La cancha de hockey sobre césped se quedó sin alambrado y banco de suplentes, al igual que la cancha de fútbol de césped sintético que está lindante. Las piletas, en cambio, sólo sufrieron daños colaterales. El camping, sin embargo, mostró varios árboles caídos y arrastrados por la tormenta.
Uno de los momentos más difíciles para los socios presentes en el temporal fue para quienes a las 20.15 estaban en el gimnasio de pesas. El sonido del viento asustó a los presentes hasta que uno soltó el grito de “¡todos al piso!”. En ese instante las ventanas se partieron y los vidrios estallaron en mil pesados, produciendo algunas heridas en los atletas del Ciclón.
“Fueron unos cinco minutos eternos. Apenas nos dijeron que nos tiremos al piso explotó todo y se escuchó el crujir de los vidrios que se caían hacia adentro empujados por el viento de afuera. Para colmo se cortó la luz y al no haber una de emergencia, la doctora que se acercó a atender a los heridos tuvo que trabajar con la luz de los celulares”, relató Nayla Uzinka, juvenil del handball santo.
El susto fue tremendo, a tal punto que la deportista agregó: “Los aparatos se movían y teníamos miedo que se nos venga alguno encima. La pasamos muy mal pero por suerte, más que algunas heridas y raspones no pasó nada”.
El Salón San Martín fue el que menos la ligó. Sumó más vidrios rotos a los que ya lucía y perdió algunos focos de iluminación del techo. Por su parte, las H de la cancha de rugby quedaron torcidas y los cercos de las canchas vecinas de fútbol quedaron desprotegidas, ya que se cayeron todos los alambrados.
La cancha de fútbol que más sufrió fue la del juvenil. Las torres de iluminación se volcaron. Una partiendo árboles y otra apoyándose en el campo de juego. La Capilla ubicada sobre Avenida Cruz también fue víctima de la furia de la naturaleza. Rajó y voló varios de sus vidrios aunque no sufrió ningún daño en su estructura.
El costo para reacondicionar todos los daños será muy alto. Por eso, desde varios sectores de San Lorenzo convocaron a los socios pidiendo colaboración. Más San Lorenzo, Boedo en Acción y la Subcomisión del Hincha solicitaron la ayuda de los sanlorencistas para empezar a sacar escombros y limpiar la mayor cantidad de imperfecciones que dejó el temporal.
La tribuna visitante también lo sufrió
La popular que da a la calle Varela, para el lado de Perito Moreno, se vio también afectada por el temporal. La tormenta dejó un hueco de no menos 14 escalones, y algunas imperfecciones que serán subsanadas para que San Lorenzo pueda tener habilitado el estadio. Arquitectos e ingenieros de la firma Astori visitaron las instalaciones e informaron que mañana mismo comenzarán las reparaciones. Aseguraron que ni los pórticos ni las columnas están comprometidas.
