San Lorenzo, en un año tan inolvidable como extraño

Así lo ve la FIFA, que publicó en su portal oficial de Internet un artículo vinculado al actual campeón de América, donde hablan dos referentes como Leandro Romagnoli y Néstor Ortigoza.

ortigoza

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Todavía no lo creo“, le cuenta el mediocampista Néstor Ortigoza a FIFA.com. “Había gente que se me arrodillaba en la calle y lloraba”, agrega Edgardo Bauza, el técnico que asumió en enero por su experiencia copera y no defraudó. "Mucha gente se fue de esta vida sin ver a San Lorenzo campeón de la Libertadores y por eso fue tan emocionante”, recuerda Leandro Romagnoli, el capitán y símbolo máximo del club más barrial y bohemio de los cinco grandes del fútbol argentino.

“Estábamos jugando a otro ritmo”, explica Ortigoza y acota: “Cuando pasamos de fase me dije ‘se nos dio la oportunidad, no la podemos dejar pasar’”. Para Bauza, el punto de inflexión fue la derrota ante Unión Española en Chile: “Vi un equipo amargado, entregado. Me encerré con ellos y les dije que me iba muy satisfecho, que por primera vez había visto al equipo. Ese fue el despegue”.

El Ciclón se convirtió en un equipo sólido, ancho y agresivo en su 4-4-2: Sebastián Torrico aseguró el arco, Julio Buffarini y Emmanuel Mas tuvieron recorrido largo como laterales y Carlos Valdés y Santiago Gentiletti clausuraron el centro de la zaga. En el medio, Ortigoza y Mercier fueron una dupla fundamental, usina de equilibrio y juego para explotar la velocidad y el talento de Héctor Villalba, Ignacio Piatti y Ángel Correa. Mauro Matos era el faro en el área contraria.

San Lorenzo ganó la Copa siendo un equipo maduro, difícil de lastimar y con alta capacidad de gestión: salvo el 5-0 al Bolívar en la ida de semifinales, sus partidos a partir de octavos terminaron 1-0 ó 1-1. Jugando como local apenas recibió un gol en todo el torneo. “Tuvimos también la cuota de suerte que necesita todo campeón”, aceptó Romagnoli.

Más allá de las ausencias hay una merma en el rendimiento individual. “El jugador pasa por momentos”, sostiene Romagnoli, convaleciente de una fractura en el codo izquierdo. “Hoy nos está costando agarrar una identidad”, suma Ortigoza. “No estamos bien en cada una de las posiciones. Un día juego mal yo, otro Mercier, otro partido otro...”.

Llegaron el colombiano Mario Yepes y el mediocampista Pablo Barrientos. El técnico fue metiendo mano y parece inclinarse por un 4-1-4-1 para encarar el Mundial de Clubes, con Mercier un poco más retrasado y Enzo Kalinski sumándose al mediocampo, más los aportes ofensivos de Gonzalo Verón y Martín Cauteruccio, dos que se recuperan de lesiones serias.

“De a poquito están volviendo. Son dos jugadores importantísimos”, dice Bauza. “Estoy apuntando a reforzar la parte anímica, trabajar físicamente para llegar bien a diciembre y buscar desde lo táctico alguna manera de mejorar”.

Pese a la preocupación del alrededor, el técnico confía y Ortigoza también: “Nosotros no vamos a ir a pasear. Ganamos la Libertadores pero ahora hay que dar vuelta la página y seguir escribiendo. Nosotros somos buenos y vamos a estar a la altura".

Mundo Azulgrana

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Sitio web y programa de radio dedicado al Club Atlético San Lorenzo de Almagro

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