Un �ngel ante tanto demonio

En la previa la prensa y la justicia rosarina embarraron el terreno. Se la pasaron hablando justo antes del partido con �uls de algunas irregularidades de su pase, pero Correa jug� al f�tbol como un grande y s�lo habl� en la cancha. Y con los pies.

Correa, una amenaza constante para las defensas.

Autor de un golazo ante Boca, que sirvió para ganar el clásico, Ángel Correa fue el centro de todos los flashes. El juvenil (por edad, por juego parece un experimentado) es unas de las grandes promesas del fútbol argentino. Y parece que los rivales ya empiezan a considerarlo. O temerle, como Ñuls.

Durante la semana previa al encuentro de anoche, la prensa rosarina, jugó sucio con el futbolista que recibió la confirmación del Papa Francisco. Por un lado, un Ángel, y por el otro, los demonios, que buscaron apichonar al futbolista de 18 años.

Junto a la justicia, que "casualemente" embargó el pase previo a este duelo clave, un sector de la prensa de la ciudad de la bandera fogonearon las irregularidades que existen en la ficha del jugador azulgrana. Esta maniobra, a la que claramente la podemos calificar de operación, de nada les sirvió.

Correa dejó todo en la cancha. Sobre todo, fútbol. Fue al frente, mordió la salida de los defensores junto a Héctor Villalba y hasta tiró algunos lujos para ridicularizar a la defensa de Ñuls. A pesar de su corta edad, el rosarino la pidió siempre, jamás se escondió y demostró ser más valiente que aquellos que, cobardemente, buscaron embarrarle la cancha.

Este Carasucia del Siglo XXI no paró de recibir aplausos de Juan Antonio Pizzi por demostrar que es el jugador diferente en clase y categoría que hoy tiene San Lorenzo. Ayer no la pudo meter, pero su carácter, juego y compromiso, merecen unas buenas milanesas igual.