La ridiculez de los sin visitantes llegó al básquet

Ya no es patrimonio del fútbol. Ayer, en Vélez, no pudo asistir la parcialidad del Ciclón. Una medida que va ganando terreno y desnuda la estupidez humana. Los jugadores debieron ingresar vestidos de civil y los allegados con custodia. Lamentable.

Poco público en un predio que siempre supo verse copado por los cuervos.

Poco público en un predio que siempre supo verse copado por los cuervos.

Muchos preguntaron por qué no podían ir. El básquetbol en San Lorenzo está causando adhesiones como en otras épocas. Pero anoche hubo un freno. Como sucede hace años en el fútbol, ayer en Liniers no se permitió el acceso a los cuervos para ver el partido ante Vélez Sarsfield.

 

Lamentablemente, por precaución, fue la medida más acertada. Pero no significa que sea la mejor. O la que solucione el problema de fondo. Increíblemente, los San Lorenzo-Vélez o Vélez-San Lorenzo en básquetbol no podrán ser disputados con público visitante.

 

Aquella patriada de Raúl Gámez, hoy con aires de querer cambiar la Ciudad de Buenos Aires, ha logrado su propósito: enemistar hasta la muerte a dos parcialidades que hasta mediados de los noventa, jamás tuvieron un problema. Los archivos resisten. Eran partidos en paz. En fútbol, básquetbol, voley, o el que fuese. Hasta en artes marciales.

 

Pero la estupidez humana, fogoneada inclusive desde varios medios de comunicación, está ganando espacio. Porque las reglas en nuestro deporte no son justas. Y es más una patada de un jugador de Olimpo que una batalla campal entre 11 jugadores de Arsenal y 11 de Gimnasia LP que se vio hasta en Singapur.

 

Ayer la gente de San Lorenzo, salvo allegados de la subcomisión y pocos familiares, no pudieron disfrutar de la victoria del santo, que vuelve a competir a nivel nacional en básquetbol después de 28 años.

 

Hoy es peligroso lucir en las instalaciones de Vélez la indumentaria de San Lorenzo. Por más que se trate de un deportista que va a competir. De hecho los jugadores, ayer, debieron ingresar de civil. Debieron ocultar su identidad deportiva. Los integrantes de la subcomisión, ingresar por la puerta de atrás, con custodia. A eso llegamos.

 

Esto ha fogoneado gran parte de la dirigencia de Vélez en su momento, y ha despertado en su gente una ira que nunca existió. De hecho, muchas veces han circulado deportistas (voley, hockey) con la casaca de Vélez en la Ciudad Deportiva y jamás pasó nada. ¿Por qué en Liniers sí puede ocurrir?

 

Soñamos con que esto alguna vez se acabe, y tipos como Pistola, alguna vez carguen en sus espaldas los muertos que se llevaron por jugar con fuego cuando eran dirigentes. Queremos un fútbol en paz. Un básquetbol en paz. El deporte, como tal.

 

Nota: Román Perroni

Mundo Azulgrana

@mundoazulgrana

Sitio web y programa de radio dedicado al Club Atlético San Lorenzo de Almagro

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