¡Andate, Simeone!

San Lorenzo pierde con los peores Racing y River de la historia, no tiene estilo ni plan de juego definido y quedó a ¡8 puntos del único líder, Godoy Cruz! Basta.

Simeone y otra derrota que caló hondo en los hinchas de San Lorenzo (Fotobaires)

Simeone y otra derrota que caló hondo en los hinchas de San Lorenzo (Fotobaires)

¡Qué presente negro el del Ciclón! Cayendo ante unas Academias y Gallinas que dan lástima, pero que terminan quedándose con los tres puntos ante un Azulgrana que no lastima. Que es el equipo más inofensivo del campeonato, con sólo 2 goles a favor…
 
Esto ya no da para más. Que se vaya el Cholo. Que el dinero se lo pague Marcelo Tinelli,  en el caso de que el DT no se quiera alejar.
 
Que se terminen las improvisaciones. Nunca encontró la formación titular desde que arribó a Boedo. No se hace fuerte en el estadio Pedro Bidegain, donde cualquiera hace pata ancha. No se hace respetar de visitante, donde hasta componentes de este malherido River, con destino inevitable de descenso directo si no hay ayuda, afirman sin tapujos en la previa de este clásico: “Hay que ver si San Lorenzo nos viene a atacar” (lo dijo el veterano Matías Almeyda en TyC Sports).
 
Esto así no tiene arreglo. San Lorenzo no juega a nada, no convence, no conforma a nadie y dilapida situaciones increíbles. Además, en los cambios, permanentemente se cometen errores groseros. Esta vez en el Monumental se lo quitó de la cancha, ya con el marcador adverso, a Fabián Bordagaray (el delantero santo más peligroso) sobre el epílogo para que ingrese un Juan Carlos Menseguez en constante declive. Incomprensible.
 
Los jugadores están sin confianza. Tantas pruebas, experimentos a tontas y a locas, el jugar a la carga Barracas, el defender tan mal, la carencia de fútbol… Exaspera ver desenvolverse al San Lorenzo del Cholo. Fastidia. Irrita.
 
En su conferencia de asunción, Simeone había manifestado que su intención era que San Lorenzo tuviera un estilo, una manera de jugar que lo identificara, con su sello. Pues bien, ha fracasado rotundamente en su idea. El Ciclón no tiene estilo definido. Y si tiene dignidad, debe dar un paso al costado. Por el bien de San Lorenzo, que lo contrató, a sabiendas del lastre que significó en su palmarés haber salido último con River Plate (siendo el único técnico que ocupó esa posición con el siempre privilegiado club de Núñez), hecho que hizo comenzar el retroceso de los de la banda, a punto tal que arrancarán la temporada 2010/2011 con el último promedio.
 
Lamentablemente, la sensación amarga, fría, cruel, es que San Lorenzo hoy en día es frágil y vulnerable. Que los técnicos se van cuando ellos quieren, que no se les marca un límite. Que los jugadores están bien cómodos con sus suculentos sueldos y no se les exige nada a cambio. Es momento de cambiar este presente tan desilusionador. De borrar este fracaso inminente y abrirle la puerta a la esperanza.

Redes Sociales
-